Cosas que debes saber sobre los perfumes

La palabra 'perfume' deriva del latín per-fumum, que significa 'a través del humo'. Y esto es porque la utilización del perfume se inició cuando nuestros antepasados advirtieron que ciertas maderas y resinas desprendían un olor agradable al ser quemadas.

Aunque hay que esperar a la civilización egipcia para encontrar los primeros documentos gráficos sobre el uso de perfumes como productos para embellecer y hacer atractivas a las personas, sobre todo a las mujeres de la alta sociedad. 

Hoy en día, muchos siglos más tarde, continúa vigente el ritual diario de perfumarse, considerando el perfume como un complemento más a la hora de arreglarse. Pero a la hora de perfumarse, hay que tener en cuenta una serie de detalles:

(En las imágenes, mis perfumes favoritos).

1. ¿Sabías que el 75 % de las emociones están íntimamente relacionadas con los olores? Un olor puede evocar los detalles y el estado de ánimo de una antigua experiencia, de una forma tan vívida como si no hubiera pasado el tiempo. Además es importante recordar que el cerebro retiene un 35 % de lo que olemos, un 5 % de lo que vemos y solo un 2 % de lo que oímos.

2. Todos los perfumes están compuestos por notas de salida o de cabeza, de corazón o medias y de fondo o bajas. Las notas de salida son volátiles y efímeras, y son la primera impresión que se tiene del perfume cuando se pulveriza en la piel. Las de corazón, de volatilidad media, son las que aportan el carácter que define al perfume. Y las notas de fondo están constituidas por elementos de moléculas pesadas, muy poco volátiles, como maderas, resinas o almizcles; son las más persistentes y las que mayor poder de fijación tienen.

3. Hay distintas presentaciones de las fragancias según el tipo de concentración. El perfume posee una concentración alta, entre el 15 y el 30 %, de esencia diluida en alcohol de 90º. La eau de parfum tiene una concentración del 10 al 15 % de esencia diluida en alcohol de 90º. La eau de toilette, del 5 al 10 % de esencia diluida en alcohol de 85º. El agua de colonia, del 3 al 5 % de esencia diluida en alcohol de 70º. Y la eau fraîche, del 1 al 3 % de esencia diluida en alcohol, aunque hay variedades que no lo contienen. 

4. Nunca apliques el perfume en la zona del corazón, ya que se bloquea la pituitaria con el impacto olfativo y se deja de percibir la fragancia casi inmediatamente. Para maximizar el poder de las notas, hay que ponerlas sobre las zonas cálidas del cuerpo, donde hay venas y arterias que irrigan sangre. Por ejemplo, en el interior de los codos, detrás de las orejas, tras las rodillas o incluso en la zona de la nuca rozando el cabello.

5. Para que las notas de tu perfume aguanten más horas, aplícalo de cintura para abajo, especialmente detrás de las rodillas. A medida que la fragancia se vaya evaporando, el aroma irá subiendo y te dará la sensación de que al final del día sigue estando presente.

6. Uno de los gestos más repetidos a la hora de ponerse el perfume es frotarlo sobre las muñecas. Cada vez que lo haces, estás destruyendo su estructura molecular y, por lo tanto, modificando el aroma. Para respetar al máximo su composición, vaporízalo en el aire y pasa por debajo para que te caiga a modo de una fina lluvia.

7. Las flores han sido utilizadas en la elaboración de perfumes desde hace miles de años, pero, de todas las flores, ninguna como la rosa, cuyo exquisito aroma ha estado presente en todas las épocas como una de las formas más completas de placer sensual y como símbolo de belleza. Esta flor es capaz de mejorar el estado de ánimo de cualquier persona. De hecho, hay un viejo truco que consiste en vaporizar una fragancia con notas de rosa (o esencia de rosa) en un pañuelo de algodón y colocarlo debajo de la almohada para dormir sobre él durante dos noches. A los tres días, notarás cómo te levantas con un subidón de autoestima.