Si hay un color que me vuelva loca en verano es el turquesa. Es un color tan favorecedor; sobre todo estando morena, aunque queda también muy bien si todavía no hemos tenido la oportunidad de tomar el sol. Por lo tanto, todos los veranos procuro hacerme con algunas cositas de este color. Llevar cosas turquesa hace que, aunque tenga que estar pasando calor en la ciudad, parezca que estoy cerca del mar.