Mañana comienza oficialmente el otoño. Atrás dejamos los días de verano en los que disfrutábamos del calor, las vacaciones, los baños en el mar o en la piscina, las cervezas en las terrazas o las fiestas en la playa acompañadas de deliciosos cócteles. Ahora nos toca la inmersión de lleno, aunque algunas ya lo hemos hecho a principios de septiembre, en el trabajo o los estudios. Vuelta a la rutina, a los horarios, a pasar horas encerradas delante del ordenador o rodeadas de papeles, a los atascos y a las prisas de última hora. Aunque todo tiene su lado bueno, y la llegada del otoño nos trae la vuelta al gimnasio para eliminar el estrés, los tratamientos de belleza para recuperarnos de los excesos del verano (yo ya tengo hora para una sesión de ictioterapia), las nuevas obras de teatro o los espectáculos de danza, la ropa y los complementos de la nueva temporada (mañana mismo me voy a Madrid para pasar un fin de semana de compras)... Y, una de las cosas más importantes para mí, el regres...